Cuando GEORG WILHELM FRIEDRICH HEGEL es enterrado en Berlín el 16 de octubre de 1831, la muchedumbre que se agolpa en el cortejo fúnebre, y en realidad toda Prusia, es consciente de que acaba de perder a uno de sus grandes hombres. No por casualidad comienza este libro con las exequias del filósofo, pues importa saber a quién se honraba en ellas realmente: ¿al filósofo de la Restauración y represor, o al pensador que desenmascaró el carácter dialéctico y revolucionario de todo proceso histórico? Hegel nació en Stuttgart en 1770. Hijo de un funcionario fiscal y compañero generacional de personalidades de la talla de Hölderlin, Beethoven, Schiller o Schelling, en su juventud se entusiasmó con los acontecimientos de la Revolución francesa al tiempo que comenzaba a gestar los avatares de un sistema filosófico que Ortega y Gasset calificaría, con razón, de “madurez intelectual de Europa” e iniciaba una carrera académica que le condujo desde el humilde puesto de preceptor privado en Berna hasta los mayores honores en la Universidad de Berlín. Jacques D'Hondt ha escrito en este libro mucho más que la biografía del filósofo alemán. El lector encontrará en estas páginas la crónica de uno de los momentos más fascinantes de la historia europea (marcado por la crisis del absolutismo, las guerras napoleónicas y las revoluciones burguesas), así como el apasionante relato de la ventura intelectual que se desarrolla en nuestro continente desde el final de la Ilustración y que, tras pasar por el Romanticismo, culmina con el idealismo alemán, cuya figura más destacada es precisamente Hegel.